¡Mírelo a la cara!


1. Juegan blancas y ganan





  Guillermo BARRANCO


El señor Rega solía traer al club R.E.G.A. (Real Escuela Granadina de Ajedrez) ciertos problemas endiablados. Siempre anotados en un papelito, cortado de la esquina de cualquier hoja, y a lápiz en la letra más diminuta que pueda imaginar. Abanicaba el recorte ante nuestras narices mientras sonreía burlonamente.

"- ¿Ven? No se necesita más papel."

Embestía primero el señor Fossati, pastelero de profesión, tan deseoso de agradar al "viejo" como amante de amasar estas posiciones. Fossati alargaba su enorme puño hacia el papelito.
Richard Reti

"- ¡Ji ji ji", reía el señor Rega como un ratón, reprimiendo su burla con el índice doblado sobre sus labios,"¡aparte usted la manaza!". Mientras, disponía las piezas sobre el tablero.

"- ¡Las piezas no se tocan! Se piensa con la cabeza, no con las manos." El señor Fossati retiraba su mano, como atravesada por una chispa eléctrica. "¿Han visto ustedes que mazo tiene...?".

Con el diagrama de arriba (1) no quiero poner al lector en la situación de Fossati. Voy por otra ruta. Imagine tal posición en una partida real y que negras reclaman tablas. Usted es el árbitro. ¿Qué haría? Si nos atenemos a la estadística es muy probable que sea adicto a la pintoresca doctrina arbitral del "mírelo-a-la-cara", en cualquiera de sus dos versiones... Diría:

"- ¿Usted no es Reti ni nadie por el estilo?¿Verdad?¡En tal caso declaro tablas la partida en aplicación del artículo 10 punto 2, ya que no está intentando ganar de un modo normal!

El 26 de Febrero de 1924 embarcó el Dr. Lasker en el "Cleveland", rumbo a Nueva York. El propio Reti, autor de la composición que figura arriba (Eclaireur de Nice, 1924), al despedirlo en el muelle, le advertía de su enorme dificultad, pese a la sencillez aparente. El gran Lasker le aseguró sonriendo que tenía capacidad para resolverlo no más tarde del día siguiente. ¡Pero el hueso resistió ocho días! Este final tiene variantes interesantes. (Fuente: Estudios Completos, R. Reti; Edit. Aguilera, Madrid, 1983).

2. ¿?-V. Liavdanski (1968)

Vea la posición de la izquierda (2). Constituyó el último momento de la última partida del ¿último? match Moscú-Leningrado (1968). Hasta ese instante el match iba empatado 39'5-39'5. (Fuente: Mosaico ajedrecístico, Karpov-Guik, Ed. Ráduga, Moscú, 1984).

La partida se prolongó tan largamente que fue entregada al juicio de un jurado de maestros. "Negras" (V. Liavdanski) tenía un peón de ventaja. Contra el parecer de Leningrado, el jurado otorgó tablas. Algo más tarde, el programa informático Kaissa mostró una larguísima forma de ganar para las "negras".

¿Qué habría decidido usted si le reclaman tablas? ¿Habría mirado la cara del jugador y se habría sumado, por ejemplo, a la doctrina arbitral del "quiere-ganar-sólo-por tiempo"?:
3. Blancas juegan y ganan

"- ¡Tablas por el artículo 10 punto 2 porque usted pretende ganar anormalmente por tiempo!"

Seguro que conocerá este típico "cuarteto de Reti" que aparece a la derecha (3).  Es una composición de Maizelis (1921). ¿Si las "negras" reclaman el empate usted lo concedería como árbitro? Algunos árbitros sostienen la tesis de que para arbitrar bien hay que jugar bien. Por supuesto, se ven a sí mismos como buenos jugadores. ¿Qué opina?

¡Tengo tantas de éstas! Para concluir por ahora -¡volveré al ataque, esto sólo es para hacer boca!- vea el escueto diagrama nº 4. ¿Calificaría usted como compleja esta posición? ¡Rey contra Rey y peón! ¿Si negras le reclaman tablas usted sería tan osado de concederlas apoyándose, claro está, en alguna doctrina arbitral de la "posición-exenta-de-complejidad"?
4. Juegan negras y tablas

Pues entérese de que, en efecto, son tablas... ¡pero sólo si el rey negro realiza una concreta jugada entre las cinco disponibles! Eso dicen los técnicos. (Fuente: 300 rompecabezas de ajedrez, Leonard Barden, Ed. Tutor, Madrid, 2005. Gligoric-Fischer, Torneo de Candidatos, 1959).

Y hablando de técnicos les remito al artículo del maestro Luis Fdez. Siles, "¿Tablas por qué?" para desintoxicarse del mío.
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10 comentarios :

  1. Creo que va a salir un programa tipo Swiss Manager, pero en lugar de hacer emparejamientos, responde a reclamaciones arbitrales. Están trabajando en Massachusetts en la Tricky Chess Foundation y están barajando el nombre de Muñoz Cruz Chess Assistant.

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    1. ¡Eso sería terrible! ¡Cualquiera podría ser árbitro! ¡Qué horror!

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  2. Señor Barranco. El ajedrez es mucho más fácil que todo eso... hoy día. Basta con pedir al organizador del torneo que el ritmo de juego sea con incremento. Adiós al ominoso artículo 10.2. Se acabaron las especulaciones.

    Hoy día el árbitro debería decir: "sigan, que yo me encargaré de contar los 50 movimientos".

    El último torneo que arbitré sin incremento fue hace tres años, en la provincia de Toledo (encima, uno de los participantes era Árbitro Internacional). Desde ese día, todos los torneos que se hacen allí, son con incremento...

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  3. Señor Pescador: por supuesto que el ajedrez es fácil, "mucho más fácil que todo eso...". Pero no pretendas que lo sea tanto su arbitraje. Los árbitros somos artistas que debemos atender el pedido, sea cual sea.

    Cierto que innumerables organizadores y árbitros disponen torneos con incremento, no tanto por amor al sistema Fischer como por temor al 10.2. ¡Como si en vez de ser una regla se tratara de un cocodrilo!

    Pues voy a avanzarte algo. Se trata de una profecía. Pensando lo que piensas quizá te amargue el día pero no es mi propósito. Recuérdame cuando se cumpla. Recordadme.

    Aquí va mi profecía: llegará el día (espero) en el que se descubra que el 10.2 (su almendra aún oculta) debe ser aplicado con independencia del incremento y con independencia de los dos últimos minutos. Queda dicho. Antes deberá refinarse mucho. De momento sólo es un palo de ciego. Pero el impulso ya está ahí, como ocurrió con otras numerosas reglas del ajedrez.

    Mientras sí, mientras no, los árbitros no podemos permitirnos el camino fácil, como si fuéramos jugadores. Somos artistas.

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  4. Curiosamente ayer jugué un torneo a 10 minutos sin incremento. En una partida conseguí remontar medio minuto de tiempo en el apuro final, pero perdí por dos segundos. Fue espectacular el final, realmente. Con incremento habría sido un poco más soso, o bien, al ser la agonía más larga, podría haber llegado a la angina de pecho...

    El 10.2 me gusta, pero la gente no lo entiende. Por eso es preferible evitarlo. Seguro que uno puede quedarse con la conciencia muy tranquila después de haber aplicado el 10.2 con coherencia pero por eso no se puede mirar a la cara al jugador. Porque sólo uno de los dos estará de acuerdo con lo que diga el árbitro.

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    1. El árbitro está condenado a no obtener nunca mayoría absoluta.

      A lo que me refiero con "mirar a la cara" es a comentarios realizados por no pocos árbitros sobre su criterio para reconocer (en efecto, se reconocen, no se dan) las tablas. Según tal peregrina tesis puede ser decisivo, según estos colegas (no según mi criterio):
      a) lo que aparentemente pretenda la subjetividad del jugador; o
      b) la capacidad presumible del jugador, atendiendo a su identidad (esto ya es el colmo de los colmos...).

      A mí no me gusta la redacción actual del 10.2. Es disparatada. Pero un árbitro está obligado a aplicar y, previamente, a interpretar adecuadamente.

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    2. En el borrador de las leyes del ajedrez para 2013 se añadió el artículo 12.6 "A player shall have the right to request from the arbiter an explanation of particular points in the Laws of Chess." Esto realmente puede ser de ayuda para todos. No sé si finalmente se aprobó en el congreso de la FIDE.

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    3. Tal regla parece que entrará en vigor el 1 de Julio de 2013. Creo que será el 12.9 y no 12.6. No lo sé con seguridad. Permíte la humorada: tiene el sello FIDE moderno, es decir, la falta de precisión que la transformará, como el 10.2, en una nueva fuente de problemas.

      Tengo claro que los árbitros están para servir el juego. Eso incluye responder las consultas reglamentarias de los jugadores, aunque hay que tener claro el qué, cuando, donde y como. Y, por supuesto, creo que en ajedrez, normalmente, es obligado que el árbitro explique la base de sus decisiones.

      Explico. Seguirá siendo exigible el juicio arbitral, expreso o no, sobre si existe o no "razón válida" para la detención del reloj (por cierto, cuestión interesante que pocos árbitros tienen en cuenta); seguirá existiendo la obligación de no molestar injustificadamente al oponente; seguirá existiendo el principio de equidad; seguirán existiendo restricciones o prohibiciones a la ayuda externa durante el curso de la partida (¿qué, cuando, cómo?); seguirá existiendo el principio de no intervención arbitral, salvo casos tasados, etc.

      Así que se perfila un nuevo campo minado...

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    4. Pongo un ejemplito para explicarme mejor: un jugador apurado de tiempo. Detiene los relojes para preguntar al árbitro una cuestión reglamentaria... Imaginad...

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  5. Volviendo sobre el 10.2 conviene ir sabiendo que a partir del próximo 1 de Julio hay bastantes cambios en las Leyes del Ajedrez, creo que promovidos por el deseo de la FIDE de atraer a la USCF. Para mí, la Federación USA ha sido muy relevante en la incorporación de reglas y recursos técnicos. Por poner un par de ejemplos: el refinamiento y generalización del sistema suizo, y el sistema Elo de evaluación de los jugadores.

    Hablo del 10.2 porque se va a incorporar una interesante opción, que ya existe en el ajedrez norteamericano. Y es que el árbitro podrá decidir que la partida prosiga usando un tiempo de retraso (time delay) o mediante el modo de tiempo acumulado (time acumulative). El tiempo extra puede ser de 5 segundos para cada uno de los jugadores. Lógicamente, los relojes deben tener la posibilidad técnica de implementar estas soluciones.

    Habrá ocasión para más comentarios. El "time delay", desgraciadamente, no se practica mucho en Europa. Es una pena.

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