Cuenta una leyenda que el que fuera campeón del mundo de ajedrez, J.R Capablanca estaba un día analizando partidas a la sombra de un árbol, cuando un extraño personaje apareció de repente, tras una buena conversación donde Capablanca le contó y explicó desde como se mueven los peones hasta la coronación y trasformación por cualquier pieza de los mismos, comenzó una alocada partida.
Tras una serie de jugadas se llegó a la siguiente posición:
Las negras, realizaron su jugada, y coronaron su peón, eso si, en un Rey de su mismo color, a lo que Capablanca exaltado replicó: ¡No hombre, no puede usted coronar en rey! contestándole el extraño señor que él no le había dicho nada de eso y que no era de caballeros el cambiar las normas con la partida en juego.
Lo curioso de esta posición es que si damos mate a un rey el otro queda automáticamente ahogado, por ello tras una enorme y creativa pensada del genio cubano, este, encontró pues la solución, desenvolviéndose la partida como sigue; ¡El blanco corono en rey NEGRO!
Tras esta jugada el Rey negro solo puede desplazarse de a8-b8-a8-b8... de forma que al coronar Capablanca su peón h en una Dama, dio mate simultaneo a 3 reyes rivales. Al levantar Capablanca la cabeza quedose sorprendido al ver el aspecto de su rival, nada más y nada menos que un Extraterrestre.
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