¿Sigue el ajedrez siendo creativo?


En estos días, siguiendo con el MétodoMatnadze (consistente en ser elegante, algo natural en mi, divertirse, disfrutar y trabajar) con el que llevo unos meses entrenando al ajedrez leí unos extractos de declaraciones de los grandes Petrosian y Bronstein sobre el ajedrez, concretamente sobre lo deportivo y lo creativo en las partidas de ajedrez.

G.M Tigran Petrosian, declaraciones año 1979: "Constituye una tendencia notoria en el ajedrez moderno el predominio del elemento deportivo sobre el creativo. El hecho de que en la actualidad el resultado de una partida sea más importante que su contenido es nuestro infortunio, un infortunio, que el público, falto de discernimiento, aplaude. No puedo imaginar que un jugador que viva genuinamente del ajedrez pueda verse satisfecho únicamente por los puntos obtenidos, no importa cuán impresionante sea el total. [...] para los maestros de la vieja generación, de cuyas partidas aprendimos, el aspecto estético era el más importante. Ellos también deseaban vencer, pero no pensaban únicamente en cómo ganar, sino en cómo ganarla dignamente.
[...]Actualmente, el ajedrez se ha convertido en una actividad popular, lo cual ha conducido no solamente a una devaluación de los títulos, sino también a un profesionalismo de muy pobre calidad. El ajedrez está atravesando un periodo difícil: por una parte, ha alcanzado un alto nivel; por otra, ha generado un alto pragmatismo. La gente ha de aprender a distinguir el arte real de sus sucedáneos, a distinguir la creatividad del trabajo de efímera calidad
"
¿Son estas duras palabras de Petrosian aplicables al ajedrez de nuestra época? Yo, como aficionado, creo que si, Creo que hoy en día a los profesionales, no hablo de la élite, aunque tampoco los excluyo, les importa, simplemente vencer, (tienen que comer) y creo que por ello el ajedrez a mutado a un deporte más práctico que creativo, a un deporte en el que se buscan resultados y no la verdad de una posición o una idea, ahora bien ¿Es esto realmente perjudicial para el ajedrez, y lo que es más importante para el futuro del ajedrez? 
En más de una ocasión he leído de Petrosian que su sentido para predecir el peligro en ajedrez antes incluso que este surgiera era algo único, creo recordar que hasta el mismo Fischer habló sobre esto en alguna ocasión. ¿Era Petrosian un visionario? ¿Hablaba con estas palabras (profesionalismo de muy pobre calidad) de esos "profesionales" que van deteriorando ronda a ronda la imagen del ajedrez?

¿Qué opinan? ¿Creen que son aplicables esta palabras al ajedrez de nuestra época? ¿Tendría cabida hoy día un ajedrez más "romántico"?

Por otra parte, el también gran maestro en ajedrez David Bronstein dijo:

G.M David Bronstein: "Todos los días, bajo a la primera planta de mi casa y recojo de mi buzón la correspondencia. [...] cuando encuentro allí el último ejemplar de una revista de ajedrez [...] Entonces saco mi juego de ajedrez, y examino las últimas partidas que aparecen en las diversas publicaciones. Aquellas que me interesan especialmente, una vez las he "repasado" mentalmente, son estudiadas minuciosamente sobre el tablero.
Sin embargo, ¡En qué triste situación nos vemos ahora! En años recientes, cada vez llaman mi atención menos partidas. Las partidas de incluso fuertes torneos muestran ausencia de estrategia y lógica profundas, y muy raramente ocurre que encontremos combinaciones profundamente calculadas, preparadas por todo el juego precedente"
Puede, nuevamente que Bronstein  tenga razón. Quién no recuerda los últimos match para el campeonato del mundo( en este enlace de Chess24 podrán ver todas las partidas del reciente mundial y en este los vídeos en directo Chess24), no creo que muchas de las partidas nos hicieran vibrar a los aficionados, quizás por falta de nivel en nuestro entendimiento, quizás por exceso de técnica en las partidas...Pero realmente creo que la "vivez" del ajedrez se está apagando con un ajedrez, quizás demasiado tranquilo, demasiado medido... Como dijo el G.M Nigel Short: "El Ajedrez moderno está demasiado preocupado con cosas como laestructura de Peones. Olvidenlo, el Jaque Mate termina la partida"
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19 comentarios :

  1. En mi noble opinión, en el ajedrez de hoy en día no existe mucha creatividad o belleza, todo viene por los análisis que el ordenador haya podido dar y sobretodo por el super-entrenamiento que el ordenador provee.Veáse el entrenamiento de Carlsen, Giri, Caruana,etc.

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  2. interesante el debate miguel. mi percepcion es que si pierdes la calidad de tu partida no puedes ser optima. y por otro lado aunque fuera alta no sera premiada ni economicamente ni en prestigio por el publico ni por la organizacion, por otro lado si ganas, tienes todas las recompensas, y ya no importa cuantas bobadas hayas hecho durante la partida. entonces todo el ambiente te condiciona en busca del resultado antes que todo, y tal vez es justo que asi sea, pero es discutible claro esta, muy buen debate Daniel Barria Zuñiga

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  3. Sólo soy un pobre árbitro. Díganme todos ustedes, jugadores expertos que saben. Me quiero referir a una idea que se expone en este artículo: ¿Cuando se sientan ante el tablero una de las primeras cosas que se les ocurre es algo así como "hoy voy a ser creativo", o bien, "hoy sólo prestaré atención al resultado"?

    Sospecho que hay bastante de falso debate en ese planteamiento. El ajedrez es un juego de lucha estratégica cuyo objetivo es obtener la victoria o impedir la derrota en la partida. Los métodos y los estilos y los talentos pueden variar. Salvo por una ocasional extravagancia, no imagino un buen juego creativo que no contenga el firme propósito de vencer.

    Lo que ocurre es que la contienda ajedrecística no tiene las dos dimensiones de la partida concreta e independiente sino que tiene una tercera dimensión, que consiste en el largo y duro camino de todas las partidas del torneo. El jugador desearía vencer en cada partida pero desea vencer, por encima de todo, en el torneo. No por capricho sino porque forma parte de la naturaleza real.

    En consecuencia, un jugador inteligente plantea su juego en función del oponente y del momento deportivo, y sólo puede prescindir de tales cálculos si se trata de un dios para sus oponentes. Está bien que sea así. La partida de competición sólo es un episodio de la historia y la historia casi completa es el torneo. Me doy cuenta que entramos en terreno pantanoso.

    Petrosian ganó a un confiado Spassky en 1966. En 1969, Spassky se adaptó a las características de Petrosian y logró invertir el resultado. En todo eso dudo mucho que contaran reflexiones como "ahora voy a ser creativo" o "ahora voy a no ser creativo".

    Repito que en el fondo hay un falso debate.

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  4. Sólo hay dos unidades ajedrecísticas: la jugada y la partida. El resto es extraajedrecístico, como las consideraciones competitivas, muy legítimas, pero que al parecer no soy el único en lamentar.

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    1. ¿Por qué lamentar aquello que le parece muy sinceramente "muy legítimo"?

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    2. Me estoy perdiendo. ..

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  5. Cosas legítimas pero que a mí no me gustan: No avisar al contrario de que se le ha olvidado pulsar el botón, cansar al rival durante cuatro horas para apretar en la quinta porque le llevo 20 años de diferencia, pedir tablas en un momento crítico para desestabilizar al contrario, jugar pensando en la clasificación o el Elo o el premio en vez de en la partida propiamente dicha, etc. Todas ellas son estrategias competitivas y por tanto comunes para otros juegos o deportes pero no propiamente ajedrecísticas, que es de lo que se trata. La conclusión es triste, pero ojalá el ajedrez sólo fuera un juego. ¿Acaso no juega uno como más descansado y es más feliz en una amistosa que en una oficial? Por último, frase de Nigel Short: el ajedrez es un juego maravilloso y un deporte cruel. Me quedo con lo primero.

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    1. En efecto, no hay nada a lamentar en una conducta LEGÍTIMA porque “a nadie ofende el que hace su derecho”. Otra cosa es confundir lo legítimo con lo ilegítimo difícil de probar.

      Pone varios ejemplos: "Pedir tablas en un momento crítico" con el único propósito de desestabilizar al oponente sepa que no es una conducta legítima. El principio de fair play rige plenamente en la partida de ajedrez.

      Sus otros ejemplos me parecen bastante dudosos. Si alguien decide jugar en una competición inevitablemente pensará en cosas como la clasificación, el elo o el premio. ¡Y en otras cosas! Es más que razonable. Si yo le contara... En una famosa supuesta "pensada" de Bronstein, éste intentaba recordar donde había dejado las llaves de casa. Si usted decide nadar en la orilla del mar prestará atención no sólo a su ejercicio sino también a la sal, al flotador del niño, a la ola que rompe, a la corriente, al sol que quema. ¡Si usted no quiere pensar en la clasificación no juegue una competición!

      No se preocupe. Los jugadores que adopten la conducta "poco legítima" o "poco recomendable" de no pensar en la partida propiamente dicha obtendrán su seguro castigo. La naturaleza es sabia. Se tragarán el cero con toda la boca abierta mientras miran a la clasificación o al elo.

      Ahora voy a la parte que más me interesa: ¿Qué significa toda esta historia de si el ajedrez "sigue siendo creativo"? Esa es la tesis de todo este artículo. ¿Quiere decir que ANTES el ajedrez -o sea, TODO el ajedrez- era creativo y ahora resulta dudoso que lo sea por no sé qué males de los modernos tiempos?

      Nooo. El ajedrez practicado hace cincuenta años por millones de aficionados era tan creativo o TAN POCO CREATIVO como el ajedrez "de ahora". ¿De qué puñetas se está hablando? Conviene precisar más las ideas o se construyen castillos de humo.

      Las estrategias competitivas se producen lógicamente en las competiciones. ¿Donde, si no? Es lo suyo. Se producen ahora y se producían antes. Por ejemplo, si miramos el Torneo de Nueva York, 1924, veremos que hay un número respetable de partidas que concluyen "prematuramente" en tablas. Seguramente menos que en muchos torneos magistrales actuales pero eso puede deberse a circunstancias "lamentables" o quizá también a una mayor equiparación y mayor nivel técnico actual, etc.

      Hay que afinar los conceptos para poder acertar. Hay que ahorquillar el tiro, como se hace en artillería. Lo que creo es que las características de las competiciones, incluso características de torneos actuales, propician eso que "parece lamentable". Pero tenga en cuenta una cosa: probablemente, las citas de Petrosian o Bronstein no hablaban del ajedrez en general, del ajedrez universal, sino de la práctica magistral en la cumbre, en la punta.

      Cuando yo afirmaba en mi comentario que la competición es la otra dimensión quería expresar todo esto: que el modo de establecer los torneos influye en la forma de disputar las partidas. Así que yo invitaría a no hacer discursos con moralina.

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    2. En resumen: no hay sólo dos unidades ajedrecísticas, la jugada y la partida. Y si sólo hubiera esas dos... ¿qué? ¿Atendemos a todas las variables relevantes o sólo a las que nos interesan estéticamente?

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  6. El principio del fair play ya se lo saltaba Ferdinand ante Miranda en La Tempestad de Shakespeare, primera vez que aparece tal expresión.

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    1. Muchas gracias. Desconocía esa referencia de "fair play". En las Leyes del Ajedrez encontrará una referencia expresa y directa en el Art. 12.2.a. pero también hay otras referencias indirectas y se trata de uno de los hilos que atraviesan las reglas del ajedrez.

      Volviendo al tema de fondo: no suscribo casi nada de lo que dice Miguel en su artículo. El ajedrez de ahora no "ha mutado". Lo que ocurre es que, antes y ahora, lo creativo es escaso. Se busca la "verdad de la posición", antes y ahora, como buenamente se puede y según el reparto de talentos y oportunidades..

      Verás, Miguel, es que la verdad de la posición nos conduce a la victoria, al punto y al Elo... (También la trampa).

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  7. Acabo de decir que el ajedrez no "ha mutado". Me refería en el sentido de la controversia que tenemos entre manos. En realidad, el ajedrez sí parece que ha mutado, creciendo en riqueza técnica y creatividad. ¿Donde? En su Olimpo, como siempre. Y algunos de esos dones se han distribuido entre los hijos de los hombres...

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  8. La referencia está comentada en el libro El ajedrez de la filosofía, Madrid, Plaza y Valdés, 2010, donde por cierto se menciona también la labor arbitral del señor Barranco a propósito de un conflicto surgido en un Open de Jaén de hace algunos años. Supongo que le interesará saber lo que se dice ahí.

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    1. Si no cuento mal hay ya seis mensajes de "Anónimo", que puede ser o no la misma persona. ¿No es mejor mostrar el rostro? Respeto que no se haga cuando el debate carece totalmente de cariz personal, como creo que es aquí el caso.

      No conozco ese libro y hace casi cinco años de su publicación. ¡Me habría gustado que alguien me hubiera dicho algo antes! Estoy demasiado desconectado. No tengo ni la menor idea sobre qué conflicto es ese del que habla el libro, producido en un abierto de Jaén y en el que se supone que intervine. Si el caso prosigue el hilo de nuestra conversación claro que podría ser útil, no ya tanto por interés mío como por interés de los lectores.

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    2. Señor anónimo, si bien es cierto que en este blog están permitidos los comentarios anónimos y que todos los administradores del blog han aprobado la publicación de sus comentarios, por ser siempre correctos y enriquecedores, el objetivo de la permisión de dichos comentarios no es otro que facilitar que el que lo desea, pueda comentar sin tener que rellenar ningún formulario de registro o similares, creo, y es una opinión personal, que el mantener toda una conversación desde el anonimato está ...fuera de lugar ¿no opina igual?...

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  9. Por supuesto que tiene que ver y la actuación de Barranco fue completamente digna, pero el relato es muy gracioso y merece la pena leerse, aunque esté feo que lo diga el propio autor (que no es responsable por cierto de todos los anónimos)

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  10. Estoy sobre ascuas. Habría echado mano del libro, si pudiera. Ya veo quién es el autor: Francisco José, al ver su foto en reseñas del libro, claro que le recuerdo.

    En uno de los sitios, José Patiño dice a propósito del libro:

    "Creo que es un libro en torno a la propia posibilidad de la filosofía, aun si el ajedrez ha servido como excusa para ello. Conozco a los ajedrecistas lo suficiente como para saber que sus intereses teóricos dejan mucho que desear. Las especulaciones de Fernández les sonarán intempestivas, aun cuando deberían reflexionar y mucho sobre algunas de las cuestiones suscitadas (la dimensión argumentativa del ajedrez o el estatuto de sus reglas, pro ejemplo, así como la consideración formalista del mismo)."

    Me divierte eso de que "los intereses teóricos de los ajedrecistas dejan mucho que desear...". Y lo de la dimensión argumentativa del ajedrez o el estatuto de sus reglas me deja con muchas ganar de leer su libro, Francisco José.

    Toca descubrir ese caso de Jaén. ¿Lo recordaré? ¡Dígame algo!

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  11. Le regalo el libro señor Barranco. En cuanto coincidamos.

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