Antología de los finales de torres.

Los 100 finales de torre que hay que saber

El próximo libro de Editorial Chessy es ANTOLOGÍA DE FINALES DE TORRE, del especialista Jacinto Gil y revisado en profundidad por el GM Alfonso Romero Holmes. Saldrá a finales de Noviembre y su precio será 18€.

Jacinto Gil ha realizado un esmerado trabajo de selección de los finales incluidos en esta obra, y los ha diseccionado con notable maestría, ayudándose de varios módulos de análisis. Su trabajo es fruto de 30 años de estudio concienzudo de ese tipo de finales, por otro lado los más habituales en una partida de ajedrez.

No en vano el gran maestro ruso-español Oleg Korneev solía referirse a los jugadores que empezaban a destacar que los finales de torre eran los más importantes y decisivos en una partida de competición, pues su dominio te garantizaba convertir en puntos posiciones ventajosas y defender posiciones muy difíciles.

Cuando Jacinto me dio a conocer su trabajo me gustó mucho la estructura del libro, y la clasificación de finales de torre según temas y material. Y le pedí hacer una revisión personal del libro. Ciertamente hay soluciones artísticas y nada sencillas si no conocemos determinados métodos defensivos o ideas clave. La selección de finales es otro tanto a favor del paciente autor. Son ejemplos excelentes y sumamente instructivos que enseñarán al jugador de competición a familiarizarse con este tipo de finales y dejar de sentir pánico al afrontarlos, igual que relativizar la típica conclusión “todos los finales de torre son tablas”, que si no recuerdo mal pertenecía a Tartakower.

Estos son algunos de los capítulos que trata el autor:

• Uno o dos peones en el tablero
• Dos peones contra uno
• Torre y dos peones contra torre y dos peones
• Peones en un solo flanco
• Igualdad de peones en un flanco y peón libre de ventaja en el otro
• Igualdad de peones, pero se tiene un peón pasado con su torre detrás
• Peones en los dos flancos con un peón de ventaja. Ningún peón pasado
• Igualdad material pero desequilibrio posicional
• Posiciones casi equilibradas
• Posiciones complejas con muchas sutilezas

Este libro creo que viene a paliar una laguna de la literatura ajedrecística, y más si cabe en castellano. 

Quiero trasladar a nuestros lectores algunos interesantes ejemplos expuestos en el libro. Empezaré con tres ahogados muy instructivos y después analizaremos una solución insólita y un final típico.

Drimer–Ciocaltea ■

Rumanía, 1955 [=]

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Ciocaltea, convencido de que no puede ganar, se consuela haciendo tablas de un modo espectacular.

1 … ^Rg8??

Nada más hecha la jugada, ofrece tablas, que Drimer acepta (??). Ambos veían que tras 2 ^Rxg8 h2 las dos piezas blancas ahogan al rey negro y parece que ambas piezas no pueden desahogarlo con una sola jugada. Pocos segundos después de firmar el resultado se dieron cuenta de que 3 ^Kg3 permite a las negras la jugada 3 … ^Kg1 4 ^Kh3+ ^Kh1 5 ^Ra8 ganando.

Son muchos los finales en que, habiendo un solo peón, un jugador comete un error que transforma una victoria en tablas o unas tablas en derrota. Veamos un caso.

Gereben–Grunfeld ■

Spyndlerov Mlyn, 1948 [+-]

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Veamos ahora una celada bastante habitual en la práctica de torneos.

1 … ^Ra7

Tiende una trampa en la que han caído muchos jugadores:

2 a6? [2 ^Kf3 ^Ra6 4 ^Ke3 seguido de ^Kd4 gana] 2 … ^Rxa6 3 ^Rxa6 Tablas por ahogado.

EL ERROR DEL SUPERFINALISTA KARPOV EN ESTA POSICION ES CURIOSO…

□ Timman–Karpov

Belfort, 1988 [-+]

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El rey blanco tiene cortado el paso hacia el peón libre, puede sufrir amenazas de mate y las negras están a punto de tener dos peones de ventaja.

1 ^Rc5

Mejor que 1 ^Ra8, ya que en este caso las negras pueden capturar 1 … ^Rxa4 y ganan después de 2 ^Kg2 ^Kd4 3 ^Kh3 ^Kc5 debido fundamentalmente a que la torre blanca no obtiene un rápido contrajuego.

1 … h3!

La captura inmediata 1 … ^Rxa4? conduce a una posición de tablas tras 2 ^Kg2 ^Kd2 (2 … ^Kf4 o ^Ke2 3 ^Kh3) 3 ^Rh5 ^Kc2 4 ^Rc5+ ^Kb2 5 ^Rb5+ ^Ka2 6 ^Kh3 tablas.

2 ^Re5+

Las blancas no se salvan capturando uno de los dos peones. Si 2 ^Rxa5 h2 seguido de ^Rg1+ y h1=^Q. Si 2 ^Rc3+ ^Kd2 3 ^Rxh3 [3 ^Ra3 ^Kc2 4 ^Rxh3 (4 ^Ke1 ^Rg1+ 5 ^Kf2 h2 y corona) 4 … ^Rxa4 5 ^Rh5 ^Rf4+ 6 ^Ke2 a4 7 ^Rc5+ ^Kb2 8 ^Rb5+ ^Kc3 9 ^Ra5 ^Rb4! (9 … ^Kb4? 10 ^Ra8 ^Rd4 11 ^Ke3 y tablas porque o la torre permite que el rey blanco se acerque al peón, o perma-nece en la columna “d” y el rey negro no puede lograr que corone debido a los jaques por detrás) 10 ^Rc5+ (10 ^Kd1 ^Kb2 seguido de a3 gana) 10 … ^Kb2 11 ^Kd2 ^Rd4+! 12 ^Ke3 ^Rh4 13 ^Rb5+ ^Kc3 14 ^Ra5 ^Rh3+ y gana] 3 … ^Rxa4 4 ^Rh2+ ^Kd1! 5 ^Rh5 ^Rf4+ (alejando al rey blanco) y 6 … a4 -+

2 … ^Kf3 3 ^Rh5 ^Kg3 4 ^Kg1 ^Rxa4 5 ^Rg5+ ^Kh4 6 ^Rc5 ^Rg4+ 7 ^Kh2 a4 8 ^Rc3 ^Rg2+ 9 ^Kh1 ^Rg3 10 ^Rc4+ ^Rg4 11 ^Rc3 ^Rb4 12 ^Ra3

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12 … ^Rg4?

Esta jugada deja escapar la victoria porque encierra al rey blanco y crea un recurso inesperado para las blancas. Se ganaba con 12 … ^Kg4 13 ^Kh2 ^Kf4 14 ^Rxh3 ^Rb2+ 15 ^Kg1 ^Rb3 16 ^Rh8 a3 y el rey negro se acercará a su peón.

13 ^Rc3?

Es extraño que ni Timman ni Karpov vieran el golpe 13 ^Rxh3+! Si el rey captura, deja a su rival ahogado, y si 13 … ^Kg5 14 ^Rf3! (cortando al rey negro) 14 … ^Rf4 15 ^Re3 ^Kf5 16 ^Kg2. Las blancas hacen tablas fácilmente porque el rey blanco se va acercando al peón.

13 … ^Kg5 14 ^Kh2

En cambio, ahora 14 ^Rxh3 se encontraría con 14 … ^Rh4.

14 … ^Rh4 0-1

OTRO GRAN FINALISTA Y AUTOR DE LIBROS SE EQUIVOCA HACIENDO UNA JUGADA NATURAL DE REY, CERCA DEL PEON PASADO. DEBO DECIR QUE NADIE SE DIO CUENTA DE ESTE ERROR EN LAS PUBLICACIONES ANTERIORES EXCEPTO EL QUE ESTO SUSCRIBE…

Mednis–Djukic ■

Niza, 1977 [+-]

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Las negras pueden intentar hacer tablas de dos maneras gracias a que su peón está muy lejos del rey blanco y a que desde g3 apoyará la idea ^Rf8-^Rf2. Un recurso será entregar la torre por el peón “b” a cambio de capturar g2 y otro, crear una fortaleza con torre y peón contra dama.

1 … ^Ra8+

Hay que obligar al rey blanco a ocupar la columna “b” para que la torre no apoye al peón desde b2. Si 1 … g3 2 b7 ^Rf8 3 ^Rb2 ^Kg1 4 ^Ka6 ganando.

2 ^Kb5?

El rey se debe acercar a la fila de su torre. La jugada ganadora es 2 ^Kb4!; ahora no sirve 2 … g3 a causa de 3 ^Rb2 ^Rf8 4 b7 ^Rf2 5 ^Kc3 ^Rf8 6 b8=^Q Rxb8 7 ^Rxb8 ^Kxg2 8 ^Kd2 y las blancas ganan. Las negras tampoco se salvan con 2 … ^Rb8 3 ^Kc5 ^Rc8+ 4 ^Kd4! ^Rd8+ 5 ^Ke3 ^Re8+ 6 ^Kf4 g3 7 ^Rb2 ^Rf8+ 8 ^Ke3! (protege la casilla f2) 8 … ^Re8+ 9 ^Kd4 ^Rb8 10 ^Kd5! El rey blanco se mantiene lo bastante cerca del flanco de rey para ganar y está a un paso de proteger su peón desde la casilla c6.

2 ... g3 3 b7 ^Rf8 4 ^Rc2 ^Rf2 5 ^Rc4

Ahora es evidente el error de haber jugado el rey a b5, pues no puede retroceder hasta la tercera fila para proteger su torre que, de hacerse, sería una jugada ganadora. Tampoco sirve para ganar 5 b8=^Q Rxc2 6 ^Qa8 ^Rxg2 seguido de ^Rf2 tablas.

5 … ^Rf8 6 ^Rc8 ^Rf2 7 b8=^Q Rb2+ 8 ^Kc4 ^Rxb8 9 ^Rxb8 ^Kxg2 10 ^Kd3 ^Kf2 11 ^Rf8+ ^Ke1 ½-½

Y POR ÚLTIMO, UN FINAL MUY TÍPICO DONDE LOS PROTAGONISTAS DEL JUEGO, NADA MENOS QUE DOS FUERTES GRANDES MAESTROS, COMETEN VARIOS ERRORES.

J. L. Fernández–Kotronias ■

Olimpiada Dubai, 1986 [=]

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El negro trata de atacar inmediata-mente al peón libre blanco desde atrás para que la torre blanca tenga que permanecer delante y no pueda defenderlo desde otra posición, pero el encierro del rey negro obliga a gastar un tiempo antes de alcanzar este objetivo.

1 … ^Rb1+ 2 ^Kg2 h5 3 ^Rc6

La torre blanca aprovecha el tiempo gastado por las negras en darle aire a su rey para prepararse a defender el peón lateralmente desde c2. El avance 3 a4 ^Ra1 4 ^Kf3 ^Ra2 5 h4 g6 6 ^Ke3 ^Kg7 llega a una posición considerada tablas en varios estudios porque las blancas no obtendrían recompensa cuando su rey se desplazara hacia el flanco de dama y dejara a la torre negra capturar uno o dos peones en el flanco de rey.

3 … ^Rb2

Si 3 … ^Ra1? 4 ^Rc2 g6 5 h4 y el rey puede trasladarse hasta b5, dejando la base de los peones del flanco de rey defendida por la torre.

4 a4 ^Ra2 5 ^Rc4 g6 6 h4 ^Kg7 7 ^Rf4

Ya que la torre blanca no ha podido defender la base de sus peones en el flanco de rey (el de f2) desde la segun-da fila, la defiende desde la columna “f”; las negras se verán obligadas a avanzar sus peones para expulsarla y que el rey blanco no pueda ir hacia el flanco de dama, desentendiéndose de la defensa del peón f2.

7 … ^Ra3 8 ^Kf1 ^Ra2 9 ^Ke1 f6 10 ^Kf1

Una vez que las negras han debilitado ligeramente su estructura de peones, el rey blanco no puede continuar su marcha hacia el flanco de dama, porque tras 10 ^Kd1? g5 las blancas perderían un peón y las tablas serían inevitables.

10 … ^Kf7 11 ^Re4 ^Rb2 12 ^Kg2 ^Ra2 13 ^Kf1 ^Kf8 14 ^Kg2 ^Ra3 15 ^Rb4 ^Kf7 16 ^Rb7+

Las blancas ya no consiguen nada manteniendo su torre en la cuarta fila. El peón “a” sólo podría avanzar si el rey va hacia él dejando de proteger los peones del flanco de rey, pero 16 ^Kf1 ^Ra2 17 ^Ke1 ^Ke6 18 ^Kd1? sería inú-til, ya que tras 18 … ^Rxf2 19 a5 ^Ra2 20 ^Rb6+ ^Ke5 21 a6 g5 sería tablas.

16 … ^Ke6

El rey no puede retroceder porque, como su peón “f” ha avanzado y la torre blanca tiene toda la séptima fila a su disposición, quedaría encerrado en la octava fila, y a 16 … ^Kf8 seguiría 17 ^Ra7 ^Kg8 18 ^Kf1 ^Ra2 19 ^Ke1 ^Kf8 20 a5 ^Kg8 21 a6 ^Kf8 y ahora el rey blanco puede alejarse de su peón “f” con 22 ^Kd1, ya que si la torre negra abandona la columna “a” 22 … ^Rxf2 23 ^Rb7 ^Ra2 24 a7 seguido de ^Rb8+ y corona.

17 ^Ra7

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La torre blanca ya está delante de su peón, lo cual significa que probable-mente la partida no se pueda ganar.

17 … ^Kf5?

Pero la pasividad de las negras les echa una mano. Se hacían tablas con 17 … f5 (amenaza f4) 18 f4 llegando a una posición que está analizada como tablas en el libro Teoría de fínales de torre, de Löwenfisch y Smyslov; y quizás se consigue más fácil con 17 … g5, que empieza a reducir el número de peones en el flanco de rey.

18 ^Ra8 ^Ra2 19 a5 ^Ra3

Ya era tarde para volver con el rey, porque el rey blanco llegaría a tiempo de proteger el peón “a”, perdiendo solo un peón en el flanco de rey: 19 … ^Ke6 20 a6 ^Kf7 21 ^Kf3 ^Kg7 22 ^Ke3 ^Kh7 23 ^Kd4 ^Rxf2 24 ^Kc5 ^Ra2 25 ^Kb6 gana.

20 a6 ^Ra2 21 a7

Si el rey negro estuviera en g7-h7, esta posición sería tablas porque el rey blanco no tendría dónde protegerse de los jaques cuando llegara junto a su peón “a”.

21 … ^Ra3

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22 f3!

El rey y los peones negros no tienen ninguna jugada posible, ya que queda-ría en situación de que la torre blanca diera jaque y dejase la casilla a8 libre al peón. Las negras solo pueden mover su torre a lo largo de la columna “a”. El rey blanco tiene casi todo el tablero a su disposición, pero su meta no está junto al peón “a”, ya que la torre le daría jaques desde atrás y lo alejaría, sino que su idea es atacar los peones negros. Esta posición es similar a la que se produjo en la partida Unzicker–Lundin, Olimpiada de Ámsterdam 1954, en la que las blancas aplicaron el mismo plan.

22 … ^Ra2+ 23 ^Kf1 ^Ra1+ 24 ^Kf2 ^Ra2+ 25 ^Ke1 ^Ra1+ 26 ^Kd2 ^Ra6 27 ^Kd3 ^Ra3+

Cambiar la posición de la torre a la séptima fila no solucionaría nada: 27 … ^Rd6+ 28 ^Kc4 ^Rd7 29 ^Kc5 ^Re7 30 ^Kd6 ^Rh7 (30 … ^Rb7 también pierde: 31 ^Rc8 ^Rb6+ 32 ^Kc5 seguido de a8=^Q) 31 ^Rb8 ^Rxa7 32 ^Rb5 mate.

28 ^Kd4 ^Ra5 29 ^Kc4 ^Ra1

El rey blanco no está lo bastante lejos del flanco de rey como para que el ata-que a esos peones salve a las negras: 29 … ^Ra3 30 ^Kc5 ^Rxf3 31 ^Rb8 ^Ra3 32 a8=^Q Rxa8 33 ^Rxa8 ^Kg4 34 ^Ra3 g5 35 hxg5 fxg5 36 ^Kd4 gana.

30 ^Kc5 ^Ra6 31 ^Kd5 ^Ra3 32 ^Kd6 ^Ra6+

De nuevo, si 32 … ^Rxf3 33 ^Rb8 ^Ra3 34 a8=^Q Rxa8 35 ^Rxa8 ^Kg4 36 ^Rg8 es suficiente para ganar. Y si la torre no da jaque, volvería el mate 32 … ^Ra1 (o ^Ra2 o ^Ra4 o ^Ra5) 33 ^Rc8 ^Ra6+ 34 ^Rc6 ^Rxa7 35 ^Rc5 mate.

33 ^Ke7 ^Ra3 34 ^Kf7

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34 … ^Ra4?!

Probablemente Kotronias ya daba por perdida la partida y colocaba al tuntún la torre en una casilla cualquiera de la columna “a”; sin embargo, en estos momentos podía resistir más jugando 34 … ^Ra6!, casilla desde la que defiende el peón “f”. Si tras 34 … ^Ra6! Fernández no continuara como en la partida, sino que jugara 35 g4+, seguiría 35 … hxg4 36 fxg4+ ^Kxg4 37 ^Kxg6 (37 h5 gxh5 38 ^Rg8+ ^Kf3 39 a8=^Q+ ^Rxa8 40 ^Rxa8 h4 41 ^Kxf6 h3 y el blanco también tendría que entre-gar su torre por el peón negro). 37 … f5+ 38 ^Kf7 f4 39 ^Rg8+ ^Kxh4 40 a8=^Q Rxa8 41 ^Rxa8 f3 y de nuevo la torre tiene que entregarse por este peón.

35 ^Kg7

El rey blanco ha llegado al final de su viaje. En la partida Unzicker–Lundin, que llegó a esta posición, se jugó 35 … ^Ra1 36 ^Kh6 ^Ra6 37 ^Rb8 ^Rxa7 38 ^Rb5+ ^Ke6 39 ^Kxg6 ^Ra8 40 ^Kxh5 ^Rg8 41 g4 ^Rh8+ 42 ^Kg6 1-0 (42 … ^Rxh4 43 ^Rf5 gana el último peón).

35 … g5 36 hxg5

Veamos de nuevo qué ocurriría si, estando la torre negra en a6, las blancas varían respecto a lo jugado y hubieran hecho aquí 36 ^Kh6; la continuación 36 … gxh4 37 gxh4 ^Kf4 38 ^Kg6 (38 ^Kxh5 f5 y, como las blancas solo pueden mover la torre, perderán el peón “a”) 38 … ^Kxf3 39 ^Kxh5 (39 ^Kf5 ^Kf2 y las blancas solo podrían repetir jugadas) 39 … f5 40 ^Kg5 f4 41 h5 ^Ra5+ 42 ^Kg6 ^Kg4 43 h6 (con cualquier otra jugada, las

blancas pierden un peón y la partida es tablas) 43 … f3 44 h7 f2 45 h8=^Q Rg5+ llega a una posición donde, a pesar del peón de ventaja, son las blancas quienes están peor con sus dos piezas en los rincones, y lograrían tablas con apuros.

36 … ^Kxg5 37 ^Kf7

Si la torre negra estuviera en a6, es en esta posición donde las blancas podrían ganar variando respecto a lo jugado en la partida. Una de las maniobras ganadoras es 37 ^Kh7, que desaloja las columnas “f” y “g” para poder dar jaque desde alguna de ellas, 37 … ^Kf5 (37 … h4 38 ^Rg8+ ^Kf5 39 a8=^Q Rxa8 40 ^Rxa8 hxg3 41 ^Ra4!) 38 ^Kh6 ^Ra1 defiende el peón de h5, ya que si el rey lo captura, recibe mate; pero 39 g4+! descubre la retaguardia del rey negro 39 ... hxg4 40 fxg4+ ^Kf4 41 g5 fxg5 42 ^Rf8+ ^Ke3 43 a8=^Q Rxa8 44 ^Rxa8 g4 45 ^Rg8 ganando. Otra posibilidad que gana también es 37 ^Kf7 ^Kf5 38 ^Ke7 ^Ke5 porque la elegante triangulación 39 ^Kf8! ^Kf5 40 ^Kf7 deja a las negras en zugzwang.

37 … ^Kf5 38 g4+ hxg4 39 fxg4+ ^Kf4 40 ^Kxf6

Supongamos de nuevo que en su jugada 34 la torre negra hubiera ido a a6 y se hubieran hecho hasta aquí las mismas jugadas que en la partida. El peón negro estaría defendido, por lo que la jugada 40 de las blancas debería ser diferente de la captura en f6, y se produciría un final de partida digno de un estudio.

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Posición de análisis si se hubiera llegado a la jugada 40 con la torre negra en a6.

El rey blanco no puede ocupar la columna “g”, porque el rey negro capturaría el peón; tampoco puede ir a la octava fila, porque interrumpiría igualmente el jaque de su torre después de que el rey negro capturase el peón g4; si va hacia el flanco de dama, el rey negro seguirá al blanco usándolo como escudo que evite los jaques de torre desde la octava fila: 40 ^Ke7 ^Ke5 41 ^Kd7 (41 ^Kf8 ^Kf4 42 ^Kf7 f5!=) 41 ... ^Kd5 42 ^Kc7 (42 ^Kc8 ^Kc6 43 ^Kd8 ^Kd6 44 ^Ke8 ^Ke5 45 ^Ke7 ^Kf4 46 ^Kd7 ^Ra1 para dar jaques cuando el rey llegue junto al peón “a”, 47 ^Kc6 ^Kg3 es tablas) 42 … ^Kc5 43 ^Kb7 Como ahora el rey protege su peón, no sirve seguir 43 … ^Kb5, porque la torre blanca podría moverse aunque no dé jaque, pero las negras disponen de 43 … ^Rb6+ 44 ^Kc8 (44 ^Kc7 ^Ra6 repite posición) 44 … ^Ra6 45 ^Kc7 y, aunque esta posición es igual que la de hace dos jugadas, ahora toca mover a las negras que se salvan con 45 … ^Ra4 que amenaza el peón g” 46 ^Kd7 (se dirige hacia el peón negro f6 que ahora no está defendido porque con 46 ^Kb7 ^Rb4+ 47 ^Kc7 ^Ra4 se repite posición) 46 ... ^Kb6 y tablas.

40 … ^Ra6+ 41 ^Kf7 ^Kg3 42 g5 1-0

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