La valoración de la posición

 Miguel Álvarez

Desde el principio de las partidas de ajedrez se producen cambios de los que, muchas veces, no somos conscientes pues no solo son cambios los de material, sino también de los valores de las piezas adquiridos por su disposición.

Durante el principio de nuestra "carrera" ajedrecística, a todos se nos da un patrón para la valoración de la posición:

1. Peón: 1 punto
2. Caballo: 3 puntos
3. Alfil: 3 puntos
4. Torre: 5 puntos
5. Dama: 9 puntos
6. Rey: Toda la partida.

Algunos, los que han tenido más suerte, han tenido monitores, entrenadores o se han topado con libros que daban alguna indicación más precisa para evaluar la posición:

1. Las piezas en el centro valen más que en otro sitio.
2. Una pieza en un rincón vale menos.
3. Los peones doblados valen como si fuesen uno solo.
4. Una torre en 7ª absoluta vale por un peón.
5. Dos Alfiles y un Caballo valen más que la Dama.
6. ...

De esta forma uno podía ir mejorando su evaluación de las posiciones y su propio juego. A pesar de ello, no termina uno de hacer valoraciones "exactas" ¿qué más hay? ¿qué falta por valorar?

Conforme se adquiere experiencia uno se va dando cuenta que en posiciones con las mismas piezas, de igualdad aparente, un bando gana más, está mejor. Se comienza a usar frases del tipo: "es que sus piezas jugaban mejor"  y llegamos a descubrir la existencia de otro factor importante: la coordinación entre la piezas; las posibilidades que tienen para pasar rápidamente de un flanco del tablero al otro, de un estado de relajación aparente a la creación de un fuerte ataque... ¿cómo valorar eso? ¿eso qué es? A eso lo llamaremos, nosotros, DINAMISMO.

Incluso para jugadores experimentados, el concepto de estático y dinámico no queda muy claro y suele compararse o asociarse a los conceptos de estrategia y táctica, creándose serio fallos en la formación conceptual del ajedrecista. 

The critical moment, Iossif Dorfman

En el gran libro, "The Critical moment" del GM Iossif Dorfman (uno de los grandes entrenadores del mundo, entre otros de Kasparov)  nos habla de este tema, uniendo este factor del análisis y la valoración estática y dinámica a las entregas de calidad.

Dorfman, evalúa las posiciones según los siguientes criterios:

1. Posición segura del Rey.
2. Material.
3. ¿quién está mejor tras el cambio de damas?
4. Estado de la formación de peones.

En base a esta forma de valorar las posiciones, el autor, pone partidas y posiciones de jugadores de la élite donde tras esta valoración entra en juego el factor dinámico y podemos ver así, como cambia dicha valoración. 

Pero bueno, lo mejor es ver un ejemplo:

A.Shabaloz Vs A.Vitolins (Yurmala 1985)

En esta posición juegan las negras, y la valoración según los cuatro puntos citados anteriormente es la siguiente: 

VALORACIÓN ESTÁTICA:

1.Ventaja blanca

2.Igualdad

3.Igualdad.

4. Ligera ventaja blanca.

Tras esta valoración ventajosa para el blanco, el negro debe escoger un plan de juego que le permita igualar ¿qué hacer si las jugadas "estáticas" fallan? Pues es el momento de "pensar en verde", dar un paseo por el dinamismo. Tras esto las negras jugaron, 17...Txf3; 18.gxf3.

Ahora, tras la entrega de calidad, la valoración a cambiado radicalmente, y pasa a ser la siguiente:

VALORACIÓN DINÁMICA:

1. Ventaja negra.

2. Ventaja blanca.

3. Ventaja blanca.

4. Ventaja negra.

En consecuencia a esto, el blanco tendrá ahora que jugar el resto de la partida según las "bases" del ajedrez dinámico, habiéndose producido en el tablero, uno de esos cambios de tendencias que pasan, en muchas ocasiones desapercibidos. 

Como nota, decir que tras un juego inexacto de las blancas, las negras terminaron ganando la partida, aunque tras un juego exacto de estas, las blancas, podrían haber igualado la partida.

Share on Google Plus

About Miguel Álvarez